lunes, 8 de junio de 2009

El ataque del oso polar mutante

Un día más de trabajo, sin pensarlo mucho, esperaba que no fuera aburrido, me habían mandando a la Expo ser, un lugar donde lo esotérico, lo mágico y la buena vibra se mostraban, aunque a veces hay que dudar esto, porque los que se dicen los más buena onda a veces son los primeros en aplicar la represión, un buen ejemplo es la clásica señora que lee la mano y llega con una actitud amenazante como si con eso pretendiera convencerte de la lectura y al contestarle que no una y otra vez vuelve a proponer lo mismo y dan ganas de reventarle una cachetada para que deje de molestar, aunque ese es el truco; hartarte para después cobrar por lavarte el cerebro.

Pero bueno volvamos a lo que estaba, en medio de tanta aromaterapia, runas, gente ofreciendo servicios de lectura de cartas. el clon de René Franco vestido de blanco y promoviendo ls enseñanzas de Budha y acomodo de auras, apareció este personaje extraño, si un oso, pero no uno cualquiera, era la botarga de osos más horrible jamás creada, todo mugrosa caminaba entre los pasillos, a ver a una chica la abrazaba y lo más extraño era esa especie de bolsa colgando sobre su cuello, sin mencionar su cabeza de lado y la nariz hundida, como si lo hubieran pateado todos los niños de una escuela primaria.

La primeras impresiones de algunos al verlo eran: si es de Green Peace, por qué no lo hicieron de materiales reciclados o algo ecológico; sin embargo si era ecológico, era reciclado, pero reciclado de la basura, salido de algún tiradero este animal daba pena, lastima y hasta repulsión, sin embargo aquel que le daba vida, sin importarle la facha que tenía al verse captado por una cámara saludaba como si fuera el oso mas hermoso del planeta, otras ideas llevaban a pensar que el ser que estaba ahí, fue creado por medio de magia, revivido como zombi, o miles de teorías, pero la mas acertada no estaba dicha.

Ese oso era mutante, un tumor colgaba de su cuello, su nariz fue hundida por el uso de alguna droga y su cuello que parecía roto era resultado de un desviamiento en sus huesos por el uso de sustancias prohibidas, mismas que combate Green Peace mediante donativos sacados de tarjetas de crédito como si fueran una suscripción, que no permiten la donación voluntaria, sino una casi a fuerzas por más de 6 meses, cuando al buen samaritano sólo le surge hacerlo en un momento como un acto desinteresado, y es ahí donde ¡oh sorpresa! El activista de Green Peace se enoja con quienes no quieren donar y hace actos radicales, entonces nos vamos al resultado más extraño y que nos vuelve al hilo de mi primer párrafo al comenzar este post y es que "los que se dicen los más buena onda a veces son los primeros en aplicar la represión"